Noemí nos ha rogado a Orfa i a mi que volvamos a Moab, a nuestro pueblo, con nuestras madres, a casa...Orfa ha decidido marcharse pero yo no puedo dejar a Noemí, a la madre de mi difunto marido,a donde ella vaya iré yo y donde quiera que viva ella yo viviré con ella, solo la muerte nos separará.Ella me insiste diciendo que no tendrá más hijos para poder darme un marido; pero a mi no me importa, estaré con ella, su pueblo será mi pueblo y su Dios mi Dios.
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